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Columna Memorias del Porvenir

Foto: Jérôme Allais, Gasolinería cerca de Creel, Región Tarahumara, Chihuahua. D.R.




¡SÍ SEÑOR, LO QUE USTED DIGA!
Por Don Renato Purafacha *
9 de Noviembre de 2008
www.iniciativa.de


A Calderón Hinojosa, el presidente que no es presidente por fraude, parece que todo le sale mal. Los ejemplos sobran y son abundantes, desde su ya prolongada y casi perdida guerra contra el narcotráfico, hasta el respingo económico, que hoy por hoy, no sólo azota al mundo, sino a México de manera terrible, que ya empezaron los rescates como el de Comercial Mexicana, y la venta de garage dolariano, que dejó más que seco al tesoro que guarda un tal Guillermo Ortiz, algo así como el banquero de México, pero actor que suda copiosamente cuando se enfrenta a los diputados y senadores, o la misma prensa.

El último palo asestado a su persona es la muerte del secretario de Gobernación en un accidente o un atentado, que sin duda pasará al olvido, como tantos otros asuntillos de la nación que se colapsan por falta de verdades o porque les dan carpetazo.

La muerte de este señor, de origen gallego y mexicanizado por la brava para poder asumir el control gubernamental que, se ubicaba en el segundo plano, después del presidente pelele, a pesar de que él y su padre, están sujetos a investigaciones de orden criminal, como sería el lavado de dinero o por el influyentismo que gozaba el señor Mouriño, que llevó a cabo transacciones que mejoraron la calidad de vida de sus parientes, haciéndolos ricos, quizás a estas alturas millonarios.




¿Qué tendrá acaso jettatura? ¿Mal de ojo? ¿Mala suerte? ¿Mala pata? O simplemente todo es consecuencia de su origen fraudulento para ocupar una silla que no le pertenece y que, en el fondo, esa anómala situación se está cobrando, y muy cara, a quien por ahora todo le sale chueco, desquebrajado, sin goles de por medio, con resquicios como pasa en el asunto de las riquezas petrolíferas del país.

Si en tiempos de Salinas de Gortari había una Paca, al que un panista fungía como procurador y se envolvió en algo así como una tragicomedia de grandes vuelos. Pero, la verdad, donde está señor Rocha, digo, después de tantos años, ¿qué habrá muerto? ¿Lo desaparecieron en el mar como a tantos compañeros cuyo único delito era disentir del gobierno? Esta pregunta, como ven amigos y amigas del mundo, se repite y se repite, porque no ha tenido respuesta, como no ha habido respuestas a tantos crímenes de Estado, que están sin resolverse como sería el caso del ínclito señor Echeverría Álvarez, que de ser Diazordacista para ser halcón.

Estas cosas no deberían suceder pero, como anda la cosa tan desbocada, ¿qué se puede esperar? ¿Calma chicha en un mar proceloso? ¿Tranquilidad en los hogares cuando el crimen ronda en cada casa? ¿Que no haya muertos? Pues las cifras no bajan, y a veces aumentan hasta cerca de cincuenta ejecuciones diarias.

El señor Calderón Hinojosa necesita que los brujos de Catemaco lo visiten en Los Pinoles para ver si cambia su suerte, que lo vemos difícil, después de dos años y de saborear lo que es el poder, y de seguir rindiendo pleitesía al crímen, a la corrupción, al desvío del dinero de la nación en pagos millonarios a su subalternos que, en eso compensan el hecho de inclinarse ante él amo y decirle, como siervos:

-Sí, señor, lo que usted diga-



¡MISERABLES!
Por Don Renato Purafacha *
Martes 28 de Octubre de 2008
www.iniciativa.de

Nunca como ahora me he sentido decepcionado de mi patria y de sus hombres. Sobre todo de los senadores y diputados que no se responsabilizaron para salvar a México de su peor crisis: la de la credibilidad.

Si en los pasados priístas no se confiaba en los diputados y senadores, porque siempre se les consideró como hombres del presidente, menos ahora, que han traicionado al país, a su propia patria, votando por vender en pedazos, el territorio nacional.

Y lo peor, esta alta traición, ha sido cometida por los panistas que, cuando eran verdadera oposición se negaban a secundar a los presidentes priístas, hoy están tan enlodados como en el pasado lo fueron quienes detentaron el poder.


!Ahí viene la ola! por El Fisgón

Lo más triste es que al llegar a vejestorio he de lamerme mis propias heridas, hechas por las manos de estos hombres y mujeres que unidos al más nefasto perredismo, me insultaron, me arañaron, me descabezaron, y ahora triunfantes, se alinean al usurpador y pillo que gobierna al país.

Se le hizo, no cabe duda. Logró su propósito y la lucha ahora, será mas desigual y mas larga, porque pensándolo bien, ¿cuál será la puerta que nos espera a todos los mexicanos si como van las cosas, se enturbian, y se enrarecen; se nos arrincona, y se nos envilece como un Don Contreras que, Andrés Manuel, lo aceptó como el mejor cumplido que el de ser un traidor al país?

¡Pobres chuchos del perredismo vendido! ¡Qué miserables se portaron en la Cámara de Diputados! ¡Qué enanos como el que gobierna! ¡Qué falta de pantalones y de enagüas!

Un partido que en manos de esta banda de rufianes llamados "Chuchos" merece, de aquí en adelante, mandarlos a la basura, porque es basura, porque no son democráticos, sino vividores. Se han culimpinado ante el poderoso y por eso, si se piensa formar otro partido, ¡es la hora!.


Ahumada

La izquierda no es esa izquierda vendida. Afortunadamente hay una izquierda que palpita en millones de corazones, exactamente en paralelo con su corazón; esa izquierda que se pronuncia por la salvación de México, y porque cambie verdaderamente a pesar del saqueo, primero de los españoles y ahora de los priístas y panistas, pero también de los verdes ecologistas y partidos que los acompañan, incluyendo ese PRD traicionero.


Ante el desánimo que provocan los hechos de ayer ¿qué nos queda?. Sólo veo en el horizonte una lucecita, que apenas si ilumina el sendero por el que marcharemos, mientras el jolgorio por el triunfo, ¡que no es triunfo!, los hace cantar una victoria que tiene sombras y malos augurios para México.

A dos años del gobierno del pillo el país se le ha desbaratado ya. Dos años y no sabe que sigue siendo un pelele en manos de los desnacionalizados y transnacionales que ahora sí, querrán recuperar sus dineros depositados para que todo siguiera igual, como en los tiempos del deslenguado y pérfido cristobalense, llamado el Vicentico de las alpargaterías de su verdadera patria: España, pero no toda, sino aquella que con gobierno de izquierda, tambaleante, y negociantes gachupines, quieren vendernos otra vez los espejitos, para llevarse todo el oro negro del mundo.

¡Miserables!


AL CESTO DE LA BASURA
Por Don Renato Purafacha*
Lunes 27 de Octubre de 2008
www.iniciativa.de

Yo aprendí a amar y a respetar a Villa y Zapata, aunque en el ambiente político-policíaco se les llamara bandidos, saqueadores, roba-vacas. Y lo aprendí por las lecciones que me daba mi padre, quien había militado como soldado, primero con Madero y finalmente con Villa.

"Nunca aceptes a la historia escrita por los vencedores", seguramente me dijo una frase que siempre ha corrido en el peregrinar del hombre, sobre todo en las europas, donde a cada rato, había cañonazos de dinero y de balas y la guerra se iba conviertiendo en un gran negocio para las naciones agresivas e imperialistas.

"La historia -repetía-, la verdadera historia es la que sigue siendo oral, escrita en la mente y en el corazón; allí los hechos hablan con la verdad".

Y luego discurría sobre si Villa o Zapata hubieran llegado a ser presidentes de la república, ¿cuál hubiera sido el destino de México?

Aprendí a amarlos y a respetarlos porque mi padre me los presentaba como hombres de carne y hueso, con todas su debilidades, sus caracteres, sus inclinaciones, sus pasiones e inclusive sus amoríos. De esto último mi padre bien que lo sabía porque me contaba, siendo un niño, que una vez a Villa le mataron, en algún combate, a su mujer y que al otro día, ya tenía en su petate otra, compañera de ese infortunio llamado revolución y carbón encendido, entre tanatos y eros.

Más tarde, conforme crecía empecé con las lecturas de libros de historietas y de ficción, hasta enterarme, por otras lecturas, de la vida del legendario Doroteo Arango quien, cambió su nombre por el de Francisco Villa, aunque tenía parientes apellidados Villa.

¿Qué fue Villa? ¿Un fascineroso, bandido-por el cual el gobierno norteamericano ofrecía una gran cantidad de dólares por su cabeza-, un justiciero, un libertador, un héroe para sus dorados y los pueblos de Chihuahua, donde pasó la mayor parte de su vida?.

¡Lo que haya sido!, es más recordado que Obregón o Plutarco Elías Calles e inclusive que Carranza. ¿Quién los recuerda ahora? En cambio siempre sale a la luz el nombre del centauro del Norte y se han escrito más libros sobre su vida que de ningún otro revolucionario del siglo pasado.

¿Qué demuestra esto? Lo mismo que ahora y que mañana.

¡Quién va a recordar a los traidores a la patria como los Chuchos o los chaparros y de lentes o los ladrones a sueldo del gobierno como Beltrones o Gamboa, Labastida, y los Maderos actuales. En cambio, siempre estará en la mente y en el corazón el nombre de Andrés Manuel López Obrador que, con situaciones más difíciles que las que vivió Lázaro Cárdenas del Río, el segundo libertador de México, porque el primero, políticamente y republicano, fue Benito Juárez, que, durante sus tiempos persiguió una idea y un anhelo: libertar a México de la ignominia de agandalladores, que hicieron lo posible por vender a México al mejor postor extranjero y a los desnacionalizados mexicanos, al igual que hoy hacen panistas y priístas.

¿Quién se acordará de gobernantes como Amalia García o de Lázaro Cárdenas Batel? Y otros más que hoy están en el candelero de la picota por su desafortunadas actuaciones no sólo como mandatarios sino como ideólogos y patriotas.

¿Quién se acordará de Carlos Salinas de Gortari? ¿O de Ernesto Zedillo Ponce de León, o de Luis Echeverría Álvarez o de José López Portillo?

En cambio seguirán brillando los nombres de Benito Juárez, Lázaro Cárdenas del Rio, Andrés Manuel López Obrador a quien siempre lo recordarán, junto con sus adelitas y demás que lucharon a brazo partido para que no se consumara la entrega del petróleo mexicano a manos privadas, nacionales o extranjeras.

Ese es el mérito que ningún infeliz panista o priísta le quitará -ahora y para siempre- al que fue elegido presidente legítimo de México per el periodo 2006-2012.

Por ello, siempre he recordado a mi padre, por haberme enseñado quienes fueron Zapata o Villa, de lo que hicieron y de lo que perdieron, de sus frustraciones y de sus luchas, de sus deseos y de sus ilusiones.

Grandes como ellos, ¿el país hubiera sido otro si en sus manos hubiera estado el mando nacional? Quién puede decirlo pero, nos hicieron concebir que México, quizás -quién lo sabe pero- hubiera sido otro.

Otro país hubiera sido si el gobierno federal hubiera estado en manos de Andrés Manuel López Obrador, robado fraudulentamente por el espurio a quién, como tantos otros presidentes, acabará en el cesto de la basura de la historia nacional.


¿CUÁL TRIUNFO?

Por Don Renato Purafacha*
Jueves 23 de Octubre de 2008
www.iniciativa.de


Todos esos Beltrones, los Gamboas Patrón, los Madero, los Gracos, los Navarrete, los Acosta Naranjo y muchos más, que escapan a mi memoria, pero que son culpables, como los Labastida Ochoa, y demás traidores de México por dos motivos:

Primero. Traicionan su mexicanidad y al hacerlo se convierten en descastados que en palabras llanas significan, que no tienen madre. Porque eso significa el término.

Segundo. Al traicionar al país se convierten, ipsofacto, en los antihéroes de las peores causas.

¿Por qué así? ¿Por qué éstas decisiones que van en contra de su propio país? ¿Por qué se esconden, tras la apariencia de democráticos, en verdaderos negociantes de la patria, desde el momento que no son claros en sus palabras ni en sus acciones?

Pobre México, como cualquier otro país, cuando se cuenta entre los miembros más destacados de su política, con gentuza que, desde ahora y cuando se lean las memorias de estos años, serán considerados y tratados como traidores de su patria.

Lo que a veces no comprendemos del todo es porque el pueblo lo permite, porque se dejan subestimar por una casta de ladrones corruptos que piensan con su bolsillo y con los negocios de la década siguiente cuando, como todo humano, ¿cuántos años les queda de vida para seguir haciendo daño?

La historia de México está plagada de hechos similares.

Semejantes acciones le recortaron a México parte de su territorio, y en tiempos del gran Benito Juárez el conservadurismo fue tan feroz que engendró a un tipo de clase, con las peores formas de personalidad, como lo fue Porfirio Díaz y su grupo de científicos que, aparentemente hicieron crecer al país y lo encaminaron al progreso, sí, pero a prueba de tantos daños y sufrimientos hacia los mexicanos que se opusieron a la dictadura, y que desembocó en una revolución que, cruenta y sangrienta, desmadejó al país de muchos de sus mejores individuos.

Qué diremos de Carlos Salinas de Gortari, el tipo que decía, siempre que podía, "ni los veo ni los oigo", refiriéndose a los perredistas que, en ese tiempo, empujaban la democracia con su propia sangre.

Ejemplos sobran pero traigamos a estas páginas el caso de su hermano Raúl quien, cuando lo apresaron, su fortuna estaba valuada en más de cien millones de dólares. ¿Cómo pudo hacerla? Sólo de una manera, en contubernio con su hermano y robando al país. Saqueándolo, mas bien.

Claro que México no ha sido el único país del mundo que ha tenido sátrapas, dictadores, gobernates espurios, militares gorilas, ¿pero por qué a México le ha de tocar siempre lo malo o lo más malo?, ¿Qué le hemos hecho a la naturaleza para pagar de esta manera? Hoy, cuando se viven momentos verdaderamente trágicos-económicos y políticos-, donde las crisis están desmantelando una filosofía, ya reconocida como fatal para las naciones como lo es el neoliberalismo, inclusive desde el ángulo de sus propios dirigentes, que la condenan en esta hora.

Hoy, cuando deberíamos caminar hacia el progreso y la democracia, sin influencias gringas ni trampas monetarias, cuando nuestros gobiernos deberían ser totalmente independientes de los Estados Unidos de Norteamérica; hoy, cuando se requiere de la unidad de todo el pueblo, la inmensa mayoría de este pueblo, rechaza la unidad y se lanza por el precipicio de la ingenuidad, al considerar que el enano y de lentes, gobierna bien y lleva a México al paradiso, o paraíso, para mejorar las entendederas.

¿Cuáles truinfos pueden ser proclamados en esta hora?

Si acaso lo serán en su forma más primitiva, pírricos, porque ¿que victoria puede ser cuando el panismo, el priísmo, el verde ecologista, los perredistas chuchos y demás ordeñan del erario, entre diputados y senadores, dejan abiertas las puertas para que, como dice Julio Hernández López, se "produzcan interpretaciones a conveniencia, privatizaciones disfrazadas (menores a las pretendidas por Calderón-Mouriño) y negocios de alta corrupción a cargo de un PEMEX al que, ciertamente se salvaguardó de los originales propósitos de magna apertura a los capitales privados, sobre todo al extranjero, pero que seguirá estando disponible como pastel físicamente fortalecido para que la intocada dirigencia sindical petrolera siga haciendo fortuna sin castigo y para que los operadores formales de ese negocio energético continúen repartiendo tajadas que en su momento sabrán acomodar jurídica y administrativamente al nuevo marco legal "triunfador".


* Periodista y director de teatro, ha colaborado en Radio Amlo, Excelsior cuando lo dirigía Julio Sherer García, creador de la compañía de teatro "Los Cómicos de la Lengua".

Correo: donrenato@iniciativa.de